viernes, 26 de diciembre de 2014

DEL LADO DE LOS EMPOBRECIDOS Y LAS INJUSTICIADAS: PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN DESDE VALPARAÍSO








del lado de los empobrecidos y las injusticiadas:
psicología de la liberación desde valparaíso











Autor
Ps. Michel Bahamondes Barahona











Ciudad Puerto de Valparaíso, Viernes 10 de Octubre de 2014

El siguiente trabajo, pretende dar cuenta de la investigación teórica sobre la influencia de la Teología de la Liberación en la Psicología de la Liberación de Martín Baró.
En un principio, lo que se ha propuesto como modalidad de trabajo, ha sido desde la perspectiva de las metodologías cualitativas, un análisis documental de las principales obras de la Filosofía de la Liberación, la Teología de la Liberación y el libro póstumo de Martín Baró “Psicología de la Liberación”.
Para cumplir con los objetivos trazados, se han sintetizado y sistematizado estas obras en función del conocimiento psicológico, para dialogar posteriormente en un ejercicio hermenéutico e interdisciplinario sobre los alcances de estas áreas del conocimiento tanto a nivel teórico metodológico, como praxico-conscientizador, en vistas de su aplicación al campo de la Psicología Socialcomunitaria Latinoamericana, o Psicología de la Liberación.
Para terminar este trabajo se realizan en el último capítulo los análisis finales a modo de conclusiones y se intenta un bosquejo de proyección del trabajo en el tiempo.
Palabras Clave: Psicología de, Teología de, Filosofía de; la Liberación




Introducción:


En el sano ejercicio académico de abordar la empresa de una tesis de grado, para obtener el Título de Psicólogo profesional en la Universidad de las Artes y Ciencias Sociales Sede Valparaíso; nos atrevimos en el abordaje de una temática prefigurada en la Asamblea Plenaria del VIII Congreso de Psicología Social de la Liberación; (realizado en la FLACSO de la Universidad de Chile, Santiago de Chile 10 de Noviembre de 2007), y profundizada por los y las colegas en la Universidad de la Tierra de San Bartolomé de las Casas, Chiapas. Al sur de México.

El IX Congreso de Chiapas[1], nos impulsó en 2008 a trabajar en la línea teórica de la Memoria y señalaba profundizar a partir de la obra de Jon Sobrino.  
Con el objeto de clarificar la desafiante labor técnica que significar leer Cristología de la Liberación; para comprender esta influencia en el pensamiento psicológico del Dr. En Psicología Social de la Universidad de Chicago; Mártir de la Liberación y sacerdote jesuita, Ignacio Martín Baró; asesinado a manos de un comando del Ejército en la República Martirial del Salvador; el 16 de Noviembre de 1989 (Carranza, S. 2006. Págs.15-29); y así dialogar con el acervo de la Psicología Latinoamericana a disposición, con la Teología Cristiana incluso católica “De La Liberación”, nos llevó al trabajo del teólogo chileno Ronaldo Muñoz Gibbs Ss.Cc. (Muñoz, R. 1973)

Siguiendo sus orientaciones epistemológicas, antes de su muerte acaecida en Santiago de Chile el 15 de Diciembre de 2009; el Dr. En Teología de la Universidad de Regensburg (Venegas, C & Moreno, E. 2010); nos invitó a rescatar el significante EMPOBRECIDO (Muñoz, R. 2009; Venegas, C & Moreno E. 2010), para comprender la conocida “Opción por los Pobres” de la Iglesia Católica Latinoamericana. (Celam 1968; Celam 1978; Celam 1992; Celam 2007; Ellacuría, I. & Sobrino. 1993, Muñoz, R. 2010; Müller, G. & Gutiérrez, G. 2005).

Con esta estructura en mano, nos dedicamos a comprender el proceso histórico que moviliza el asesinato de Ignacio Martín-Baró, muerto por efectivos del estado, en una república eminentemente católica, como lo era la República del Salvador en la década de los 80’s.
En el ejercicio académico aparece el acontecimiento histórico-teológico del Concilio Ecuménico Vaticano II y su consecuencia pastoral en América latina, sistematizadas en las Conferencias del Episcopado Latinoamericano y Caribeño, celebradas en Medellín (Celam,1968) y Puebla (Celam,1978).

La “Opción por los Pobres (o los EMPOBRECIDOS) guía entonces el eje Epistemológico para la interpretación de la realidad que el IX Congreso nos llamó a trabajar.
para Ingresar en la reflexión de la Cristología de Sobrino, desde lo que logra comprender la Psicología Social de la Liberación Latinoamericana, se hizo necesario rescatar la Memoria de la Filosofía (Dussel, E. (1977). “Filosofía de la Liberación”. 1ra. ed. Edicol. Ciudad de México. 213 p.; Dussel, E. (1993). “Teología de la Liberación y Marxismo”. En Ellacuría, I. & Sobrino, J. ed. “Mysterium Liberationis: Conceptos fundamentales de la Teología de la Liberación”. 3ra. ed. UCA. San Salvador. Tomo I.  p. (115 – 144).) y la Teología  llamadas “De La Liberación” (Gutiérrez, G. (2008) “Teología de la Liberación. Perspectivas” 12ª. ed. CEP. Lima.)..
Sendos Insumos nos sorprenden en cuanto a la riqueza de su aporte, en cuanto a la realidad de “Los Empobrecidos y las Injusticiadas del Chile actual”; que transita con relativa libertad por la Capital Legislativa de la República de Chile: La Ciudad Puerto de Valparaíso. Patrimonio de la Humanidad Según UNESCO (Unesco, 2000).
El mega incendio de Domingo de Ramos de 2014, y su señal de destrucción y desamparo, son el quicio desde donde entendemos a LOS EMPOBRECIDOS Y LAS INJUSTICIADAS en este territorio.
Sin querer caer en la psicología del “Coquí” (Martín Baró, I. 1998. Pág 313), la Psicología de la Liberación en Valparaíso, parece encarnarse en la destrucción sistematica del entorno natural por el abuso del modelo político-económico, que ha dejado en evidencia, en el proceso posterior al incencio, a una población violentada en el más absoluto desamparo.

DEL LADO DE LOS EMPOBRECIDOS Y LAS INJUSTICIADAS:

PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN DESDE VALPARAÍSO.


1 CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACiÓN

En la siguiente síntesis se desarrolla, al término del proceso de investigación el análisis final y se proponen las conclusiones en torno a la metodología utilizada, las implicancias que se obtuvieron del ejercicio propio de la tesis en relación a la Influencia de la Teología de la Liberación en el pensamiento de Martín Baró y las proyecciones que consideramos se desprenden de nuestro trabajo.


Siguiendo la técnica del análisis documental (Clauso García, A. (1993). “Análisis Documental: El análisis formal”. Revista General de Información y documentación, Vol 3 (1), 11-19. Edit. Complutense. Madrid), se produce a poco andar un leve cruce con otras técnicas cualitativas, como el análisis de discurso o el análisis de contenido. En el trabajo de esta tesis, optamos por el ejercicio primero, pues nos permitió una mayor libertad al momento de realizar el trabajo hermeneútico, ya que nos exigió en un primer momento sintetizar y sistematizar el trabajo de los autores seleccionados, para que posteriormente, con esa base de insumos, pudiésemos desde una mirada sinóptica comprender los procesos y fenómenos que se intentan explicar, desde cada disciplina. Este hecho, a nuestro juicio, permitió tener una mirada de conjunto, dado la extensión de las materias abordadas y la diversidad de disciplinas con las que se intentó discutir, en un proceso dialectico constante.
La dificultad que esto nos produjo en el proceso de sistematización, se debió principalmente a lo extenso que resultó todo el trabajo a lo largo del tiempo, desde la selección del material, hasta su síntesis y posterior sistematización. En este sentido, fueron fundamentales las conversaciones con el profesor guía, quien nos posicionó siempre en la perspectiva de un trabajo de sistematización de aquello que para la psicología resulte fundamental, y en la depuración de los criterios de distinción de las temáticas y análisis de los contenidos de manera recursiva, volviendo desde la esfera de la filosofía o la teología, al terreno de la disciplina psicológica.
Finalmente el producto que se entrega, es una sistematización sintética de las propuestas centrales de cada autor, en la perspectiva de los sentidos que se pueden rescatar desde el pensamiento de Martín Baró y su Psicología de la Liberación (Martín Baró, I. 1998).



En virtud de las interrogantes que dirigieron esta investigación y en sintonía con los objetivos propuestos se realiza un análisis a modo de conclusiones, considerando el diálogo entre Psicología de la Liberación y la Filosofía de Dussel; junto con las conclusiones que brotan de la discusión con la Teología de la Liberación de Gutiérrez y Sobrino.


Desde el análisis fenomenológico que plantea Dussel en su Filosofía de la Liberación (Dussel, E. (1977), resulta significativa su propuesta del fenómeno de la Proximidad, en términos de una “Pulsión de Alteridad” (Dussel, E. 1977  Pág. 57), En la irrupción del “otro”, del hacer aparecer al no-ser negado por el sistema opresor, se vivencia un gesto liberador cargado de una profunda humanidad que, en sintonía con la propuesta barista, restituye el carácter personal de las relaciones alienadas en términos de proxemia (Dussel, E. (1977). El otro pasa de ser un objeto recortado desde la exterioridad para transformarse en mi hermano, eliminando las distancias excluyentes y permitiendo el encuentro con lo propio del ser humano; la fraternidad y la construcción comunitaria de un diseño distinto al propuesto por el modelo opresor. Desde esta perspectiva, en la solidaridad con los marginados, devolviéndoles el ser propio que les perteneces, inevitablemente se violan las leyes de la opresión y se construye en la realidad histórica presente una nueva relación, donde idealmente se desenmascara la alienación económica, la opresión erótica sobre la mujer y el yugo pedagógico sobre los hijos e hijas. En el acontecimiento liberador, encontramos una perforación subversiva del sistema impuesto; generando una nueva sociedad, y en esta nueva sociedad, se revela un hombre y una mujer nuevos; tarea a la que finalmente apunta el proyecto barista de la Psicología Liberadora. En la irrupción de esta pulsión de alteridad, en el rescate del no-ser se incuba el germen de la subversión. Si la Psicología latinoamericana logra desarrollar su proyecto, se transformará entonces en una “Psicología de la Alteridad Subversiva”.



En el desarrollo teológico de Gustavo Gutiérrez, hay una innegable centralidad en el Dios de los Pobres (Gutiérrez, G. 2008; Del Campo, C. 2010. Pág 30; Muñoz, R. 1973.Costadoat, J. 2008. Págs. 131-146; Sobrino, J. 2008; Sobrino, J.2000.  ). En el gesto liberador del Éxodo, ese Dios no sólo libera a un grupo de esclavos empobrecidos, sino que también constituye un Pueblo que conquistará su libertad en la historia después de un alegórico tránsito por el desierto. Este Dios Vivo, no sólo suscita un libertador en la figura de Moisés; sino que acompaña a su Pueblo en la travesía de la liberación. Vive en medio de ellos, simbólicamente tiene una “Tienda”, al igual que el resto de las familias, donde el pueblo, en la persona de Moisés puede dialogar con este Dios Liberador (Gutiérrez, G. (2008) . Esta experiencia histórico-espiritual es la que está presente en la Teología de la Liberación y su obstinada Opción por los Pobres (Gutiérrez, G. (2008). Reconoce en ellos la presencia sacramental del Dios de Jesucristo, aquel que liberó a los esclavos de Egipto, y se compromete en vivir la fe comunitariamente, (desde la perspectiva de la religión subversiva graficada por Martín Baró), en medio de ellos, compartiendo su destino, viviendo en sus barriadas, sufriendo también la exclusión, la represión y el martirio. Esta actitud, responde a la necesidad de vivir más en función de una ortopraxis, que dé testimonio histórico, coherente, creíble y creyente, de la fe que se fundamenta en Jesucristo y en la Iglesia de los Pobres (Gutiérrez, G. 2008). Finalmente, ese Dios Liberador que se encarna en la Persona de Jesucristo, vuelve a entrar en la historia naciendo y viviendo en medio de los más pobres y excluidos; incluso comparte su destino de opresión al ser asesinado en la cruz por encarnar un proyecto subversivo al que defendían los administradores del poder.
En la intuición de Baró, se trasluce esta inquietud ética (Martín Baró, I. 1998), en el compromiso de la Psicología latinoamericana y de los psicólogos y psicólogas que se enfrentan a los conflictos de los pueblos oprimidos. Tomar partido por las masas populares, por su causa, en la obra del jesuita no es un florilegio discursivo; sino que adquiere cuerpo en una categórica propuesta de trabajo disciplinario y en una contundente línea teórica práxica. El proceso de conscientización del que majaderamente echa mano; así como la intuición de profundizar en la investigación-acción no es sólo un compromiso disciplinario; sino que encarna una profunda y valiente obligación ética (Martín Baró, I. 1998. Pág. 296.). El compromiso con  las masas populares, se convierte desde el prisma de la Teología de la Liberación en “Opción por los Pobres” y esa opción por los pobres, no es más que comprometerse con el Reverso de la Historia.


En el desarrollo cristológico de Jon Sobrino (Sobrino, J. (1991). “Jesucristo Liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret”. 4ta. ed. UCA. El Salvador. 455 p.), hay un estudio en la espesura de la persona del Jesús histórico. Se constituye, de hecho, desde la lógica de una lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret. Desde esta opción histórica, podemos desentrañar aquellos aspectos que van conformando con mayor profundidad el acervo de conocimiento de la Teología de la Liberación; que funda su experiencia de fe, precisamente en la persona de Jesús: el Cristo (Sobrino, J. (1991) pág.17)
Junto con rescatar la humanidad presente en la forma en que Jesús se acerca a los otros, regresándoles su dignidad de persona, descubre la centralidad en su predicación. Jesús centrará su predicación, tanto en hechos como palabras en dos conceptos profundamente importantes tanto por su contenido teológico, como por sus implicancias psicosociales.
En la experiencia de Jesús, Dios es Abbá; un Padre maternalmente amoroso y misericordioso y su predicación llama a la conversión personal y comunitaria bajo la esperanza del Reino de Dios. Tanto la figura de un Dios cercano y amoroso como el Abbá de Jesús, como la Buena Noticia de la llegada de su Reino son motivo de esperanza para el pueblo creyente; pues desde la perspectiva de la religión subversiva (Martín Baro.I. 1998. Págs. 267-280), este Reino, tiene un componente histórico fundamental, pues no sólo se vivirá el Reino después de la muerte; sino que es responsabilidad de los cristianos y cristianas ayudar a su construcción en el presente (Sobrino, J. (1991) pág.121)
En este sentido, se logra comprender el fenómeno de transformación social que surge con fuerza en Latinoamérica desde las CEBs, y que provocó pavor tanto en Roma como en Washington. Si el Dios Abbá se preocupa de la liberación de su pueblo, se preocupará de su proceso conscientizador; y ese proceso conscientizador llevará necesariamente a un compromiso con una sociedad basada en el respeto, la justicia y el amor; convirtiendo a los cristianos y cristianas en agentes de transformación social, pues construyen el Reino que llegará en plenitud en el futuro escatológico (Gutiérrez, G. 2008).
La verdad de los pueblos, no está en el presente de opresión, sino en el futuro de libertad señala Baró (Martín Baró, I. 1998. Pág. 319). Desde esta perspectiva, el proyecto de liberación se transforma en un proyecto cuya realización se concreta en el futuro. Los psicólogos que trabajan no en la búsqueda de la verdad, sino en su construcción histórica; están de una u otra manera diseñando una sociedad con un horizonte escatológico, sintonizando sin una necesaria militancia religiosa con los ideales de fraternidad, justicia y libertad que constituyen la esperanza en la promesa del Reino de Dios, que se construye en el presente, pero que se plenificará en el futuro escatológico (Sobrino, J. (1991) pág.137)
.
En este sentido, tanto la propuesta de la Psicología de la Liberación, como el diseño liberador de Dussel y el Reino de Dios de Sobrino, convergen en su elaboración de futuro; y ese futuro de libertad, justicia y fraternidad tanto en la Filosofía como en la Teología se comprende desde una perspectiva escatológica. Por sus similitudes en la propuesta que diseña Martín Baró, sobre las formas que debiese encarnar la liberación histórica de nuestros pueblos, desde su praxis transformadora del mundo material y del mundo social, su compromiso ético con las mayorías populares y la construcción de la verdad de estas mayorías en su futuro de libertad; concluimos que la Psicología de la Liberación es también una Psicología Escatológica.

El trabajo más acabado de Ignacio Martín Baró, desde la perspectiva psicosocial, influenciado por la Teología de la Liberación, parece ser su análisis en relación a la Guerra Psicológica y la distinción entre Religión del Orden y Religión Subversiva (Martín Baró, I. 1998. Págs. 248-250)..
Si desde el registro religioso de los pueblos latinoamericanos, aun en su mayoría cristianos, nos permite comprender desde la ciencia de la Psicología, como estos pueblos piensan, sienten y actúan bajo este modelamiento desde las representaciones religiosas; los científicos sociales podemos contar con una potente herramienta de análisis a la hora de enfrentar los procesos histórico sociales y político económico de  los pueblos latinoamericanos (Martín Baró, I. 1998. Pág. 247).
No sólo el fatalismo, como síndrome que sostiene el orden injusto y opresor adquiere otra densidad desde esta perspectiva (Martín Baró, I. 1998. Pág. 97-101); también podremos vislumbrar por qué los pueblos se convierten en pasivos objetos de la opresión por su registro psicosocial y religioso, o en su defecto en activos sujetos transformadores de la historia.
Si la Psicología de la Liberación asume en serio el aporte de la Teología de la Liberación en su conjunto, como religión subversiva ya sea desde el aspecto teórico-metodológico, como praxico-conscientizador (Martín Baró, I. 1998.);  no sólo tendremos una herramienta novedosa a la hora de hacer el análisis histórico de nuestros pueblos desde la perspectiva psicosocial, sino que podremos construir una verdad más objetiva y cercana a la lucha de nuestros pueblos, de sus frustraciones y anhelos; permitiéndonos una lectura histórica más confiable y un diseño de intervención más cercano a la realidad concreta de las personas y las sociedades latinoamericanas; confluyendo finalmente en una Psicología de la Liberación, de verdad liberada y liberadora; que dé respuestas concretas a los conflictos de nuestros pueblos y que logre una transformación de la sociedad en la perspectiva del hombre y la mujer nuevos para un mundo más justo, fraterno y libre.

2 PROYECCIONES


El trabajo realizado, a nuestro juicio, no cierra la discusión en torno a la influencia de la Teología de la Liberación al pensamiento de Martín Baró y su Psicología Social. Al contrario, creemos que se han abierto desde el ejercicio teórico, áreas poco exploradas en el desarrollo de la Psicología de la Liberación, en cuanto pensamiento propiamente latinoamericano y el diálogo fructífero con otras áreas del conocimiento.
Un trabajo interesante que quedó sin desarrollar en nuestra tesis, dice relación con el proceso conscientizador y la pedagogía de Paulo Freire (Montero, M. (2004) “Introducción a la Psicología Comunitaria: Desarrollo, conceptos y procesos”. 1ra. ed. Paidós. Buenos Aires. 320 p.) ; en cuanto al trabajo con los sectores más vulnerables y que de una u otra forma les permitiría poder leerse en su propio contexto y configurarse como sujetos de su propia historia.
Otra temática que se abre, dice relación con las nuevas expresiones de la Teología de la Liberación en sus vertientes más nuevas, como la Teología Feminista, la Ecoteología o la Teología Indígena (Hermano, R & Bonavía, P (ed.) (2009) “Construyendo puentes entre teologías y culturas. Memoria de un itinerario colectivo” 1ra. ed. Doble Clic. Montevideo. 341 p; Muñoz, R. (2009). “Nueva Conciencia Cristiana en un mundo Globalizado”. 1ra. ed. LOM. Santiago de Chile. 306 p; Sanchez Vidal, A. (2007) “La Psicología Comunitaria Chilena en la Hora de la Institucionalización: Eclecticismo Teórico, Compromiso Práctico y Cuestiones Éticas”. En Asún et al (Ed) “Psicología comunitaria en Chile: evolución, perspectivas y proyecciones”. 1ra. ed. RIL. Santiago de Chile. (p. 23-54)), dado el creciente interés por los procesos vividos recientemente por los pueblos originarios de nuestro continente y las nuevas minorías emergentes (Lopez, E. 2000; Seibert, U. 2010; Mena, M & Agudelo, D. 2009; Casañas, J. 2012; Pagola, J. 2010; Alegre, X. 2003; Hinkelammert, F. 2008; Bermudez, F. 2007; Hermano, R. & Bonavía, P. 2009)
Finalmente, el último aspecto que logramos vislumbrar como proyección para un corto o mediano plazo, está vinculado al desarrollo teórico y práxico de la misma Psicología de la Liberación postbarista. Del trabajo de Maritza Montero u otros Psicólogos de la Liberación no pudimos dar cuenta en esta investigación; y sería un significativo aporte a la Psicología Latinoamericana y a la Psicología en General. (Asún et al (Ed) “Psicología comunitaria en Chile: evolución, perspectivas y proyecciones”. 1ra. ed. RIL. Santiago de Chile. (p. 23-54); Montero, M. (2004) “Introducción a la Psicología Comunitaria: Desarrollo, conceptos y procesos”. 1ra. ed. Paidós. Buenos Aires. 320 p; Richard, P. (2009) “Desafíos históricos para el mundo, la Iglesia y la Teología en los últimos 50 años” En Hermano, R & Bonavía, P (ed.) “Construyendo puentes entre teologías y culturas. Memoria de un itinerario colectivo” 1ra. ed. Doble Clic. Montevideo. p. (13-20)).




3. Miguel Woodward Yriberry: Un Caso Paradigmático

 

En el extenso territorio de la Región de Valparaíso encontramos dos casos de interés para el desarrollo de una Psicología Liberadora, bajo la mirada que Ignacio Martín Baró trató de graficar: Los Asesinatos y posterior desaparición de los sacerdotes Antonio Llidó Mengual y Miguel Woodward Yriberry; sendos crímenes dispuesto por la estrategia militar en los primeros días de la dictadura cívico-militar del General Pinochet.

El emblemático caso del Sacerdote Miguel Woodward Yriberry
(Bennets, F. & Woodward, P. "La Inacabada búsqueda de Verdad y Justicia por la muerte de Miguel Woodward". Santiago de Chile. 2013. 52 pág.; Crouzet, E. “Sangre Sobre la Esmeralda: Sacerdote Miguel Woodward, Vida y Martirio”. Ediciones Chile América-Cesoc. Santiago de Chile. Tercera Edición. 2005. 200 págs.), será considerado como caso índice para efectos de esta reflexión, no tan sólo por los acontecimientos que se han sucedido en los últimos meses; cómo el zarpe improvisado del Buque Escuela Esmeralda para evitar la "Funa" pacífica de sus amigos y familiares, o el lanzamiento del libro que escribiera su hermana Patricia y su cuñado Fred.
A nuestro juicio, en la detención, tortura con efecto de muerte y posterior desaparición del cuerpo del sacerdote; se prefigura el martirio de un seguidor de Jesús de Nazaret; quién movido por su fe encarnada en la historia de su propio pueblo sufre el mismo destino que su maestro hasta el extremo de ser asesinado. En este artículo no se pretende afirmar la santidad de un testigo en el martirio; sino más bien, se pretende dar cuenta del proceso psicosocial que desde la impunidad ha mantenido una cicatriz latente por ya cuarenta años; y que se condice con la historia de los más de 3000 casos registrados en el informe Rettig y los otros miles de la comisión Valech.

La particularidad de la vida y ministerio sacerdotal de Miguel Woodward radica en el quicio histórico en que transcurre su formación como seminarista en una década de profundas transformaciones teológicas y pastorales promovidas desde la Celebración del Concilio Vaticano II (1962 - 1965) y la Conferencia de Medellín (1968). El despunte de la Teología de la Liberación y su preocupación como cura-obrero en el "Astillero Las Habas" durante el gobierno de la Unidad Popular; su labor académica en CESCLA y su innegable compromiso con su pueblo desde su militancia política en el MAPU o el trabajo social en la JAP hasta el día de su detención, nos grafican a un hombre totalmente involucrado con el desarrollo del Reino de Dios en medio de la historia de este territorio particular de la Diócesis de Valparaíso.

3.1 La descarnada detención, tortura y desaparición:

El 22 de Septiembre de 1973 es apresado y sufre los primeros apremios en la Casa Central de la Universidad Técnica Federico Santa María, lugar usado como centro de detención y tortura en aquel momento. Posteriormente es derivado a la Academia de Guerra, donde continúa el interrogatorio y la tortura. Desde allí será trasladado al Buque Escuela Esmeralda; donde morirá de un paro cardíaco, producto de la violencia del interrogatorio. El último en tener contacto registrado con el cadáver del sacerdote, fue el capellán naval Eduardo Stangher Abel, quien administró la extrema unción "in articulo mortis" en la morgue del Hospital Naval. (Crouzet, Edward. "Sangre Sobre la Esmeralda: Sacerdote Miguel Woodward. Vida y Martirio". Ediciones ChileAmérica, CESOC. Santiago de Chile. Tercera Edición. 2005. Págs. 170-175; Bennets, F. & Woodward, P. "La Inacabada búsqueda de Verdad y Justicia por la muerte de Miguel Woodward". Santiago de Chile. 2013. Págs. 9-13.)

Los sucesos que ocurren posteriormente a su último sacramento, son los que se pierden en la nebulosa de la Impunidad que ha rodeado su caso; y trascurren en un incesante cúmulo de relatos confusos, entre la ineptitud de las autoridades diocesanas que no fueron capaces de recuperar su cuerpo y dar cristiana sepultura en la cripta del clero diocesano; y la deliberada acción de efectivos de la Armada que le hicieron desaparecer en una fosa común del Cementerio N°3 de Playa Ancha; lugar donde actualmente se emplaza un memorial con una Lápida recordatoria del Sacerdote Mártir.

 

3.2. Tres Tareas Urgentes

Dado la novedad de la psicología de la liberación, son muchas los desafíos que se le presentan tanto a nivel teórico como práctico. Baró nos presentará tres tareas que a su juicio le parecen de especial importancia: 1) la recuperación de la memoria histórica, 2) la desideologización del sentido común y de la experiencia cotidiana, y 3) la potenciación de las virtudes populares.
 
3.2.1 La Recuperación de la Memoria Histórica
Frente al presentismo histórico naturalizante que mantiene sujeta a las mayorías de los pueblos latinoamericanos, sumergidos en un fatalismo que mantiene una imagen negativa de sí mismos en relación a otros pueblos, se hace necesario recuperar la memoria histórica que permita “descubrir selectivamente, mediante la memoria colectiva, elementos del pasado que fueron eficaces para defender los intereses de las clases explotadas y que vuelven otra vez a ser útiles para los objetivos de lucha y conscientizacion” (Martín Baró, I. 1998 p. 301). En este sentido, se trata de recuperar no sólo la historia de un pueblo, sino aquellos elementos que sirvieron ayer y pueden servir hoy para un proceso de liberación. De esta forma, encontramos en la región de Valparaíso, diferentes agrupaciones tanto de Amigos y Familiares de Miguel Woodward; como de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, del Comité Oscar Romero de Chile, la Agrupación de Ex menores o la Comisión Ética Contra la Tortura; que junto con Patricia Woodward y Fred Bennetts, han mantenido fresca la memoria del sacerdote mártir. Cada mes se celebra una Eucaristía en el Memorial del Cementerio N°3 de Playa Ancha, donde de forma comunitaria se testimonia la fe en Jesucristo, significando ritualmente el proceso reparatorio de búsqueda de verdad y justicia. Así también ya es tradición esperar el arribo a puerto del Buque Escuela Esmeralda, luego de su viaje de Instrucción, para manifestar de forma pacífica a la opinión pública, del uso de la Dama Blanca como centro de tortura en los primeros días de la dictadura cívico-militar.

Las expresiones que desean recuperar desde la memoria popular el testimonio martirial del sacerdote-obrero se multiplican en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso o en la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; donde se lanzó casi simultáneamente el libro “La Inacabada búsqueda de Verdad y Justicia por la Muerte de Miguel Woodward”, en el mes de Octubre de 2013. Un Centro de Serpaj, donde se atiende a niños y adolescentes, lleva su nombre; un Comedor Abierto a estudiantes universitarios en situación de vulnerabilidad funciona bajo el alero de la “Agrupación de Familiares y Amigos de Miguel”; y en el mes de Septiembre de 2007 se estrenó con gran asistencia de público, en el Teatro Municipal de la Ciudad Puerto, el documental “Una Vida Verdadera: El Sacrificio de Miguel Woodward” una producción regional de los realizadores Andrés Brignardello y José Acevedo.
Se puede leer en este fenómeno de carácter local, que la memoria del martirio de Miguel Woodward, es rescatado por parte de la misma población porteña que mantiene después de 40 años, un relato de tradición oral del ministerio del sacerdote-obrero; conjugándose con la práxis liberadora en medio de la historia actual de la ciudad puerto, pues cada acción de recuperación de su memoria va acompañada por un gesto que se significa desde las vigilias en la Plaza de Justicia, hasta la celebración de la Eucaristía Mensual en su Memorial, pasando por la labor desinteresada de muchos y muchas que, sin reconocerse necesariamente como cristianos o cristianas, regalan horas de su día a mantener las obras que se sustentan en esta memoria creyente. Al parecer, incluso después de su asesinato y desaparición, Miguel Woodward moviliza acciones en función de un proyecto de sociedad más inclusiva en función de los empobrecidos e injusticiadas.



 
3.2.2 Desideologización de la experiencia cotidiana
Partiendo de la base de que el conocimiento es una construcción social, la realidad latinoamericana se ha configurado con un constante “garrotazo cultural”, a través de los medios de comunicación social que transforma una realidad desde una mentira sistemáticamente construida, conformando de esta forma un  falso sentido común y desfigurando la experiencia cotidiana de la mayoría de las personas, sobretodo de aquellas en situación de opresión y exclusión. “Desideologizar significa rescatar la experiencia original de los grupos y personas y devolvérsela como dato objetivo, lo que les permitirá formalizar la conciencia de su propia realidad verificando la validez del conocimiento adquirido” (Martín Baró, I. 1998 p. 302).
El proceso desideologizador vivenciado tanto personal como comunitariamente por el sacerdote obrero lo llevaron a tomar decisiones audaces en cuanto a su compromiso histórico-político, militando primeramente en el “Movimiento Cristianos por el Socialismo” y posteriormente en el Mapu, induciendo el enfrentamiento con la jerarquía eclesial; finalmente su labor como presidente de la JAP, lo llevó a organizar tomas de terreno de tierras públicas para vivienda tras el terremoto de 1971(Bennets, F. & Woodward, P. 2013. Pág. 6), marcando el destino que finalizaría en su brutal asesinato.      

Cuarenta años después su trabajo concientizador como profesor en el Centro de Estudios y Capacitación Laboral (CESCLA) en la Universidad Católica de Valparaíso, ve frutos en las marchas estudiantiles que inundan las calles de la Ciudad Patrimonio, en la Toma del Obispado por parte de estudiantes de la PUCV en Mayo de 2011, o la Marcha de las Abuelas en Junio del mismo año.
En cada gesto ciudadano se puede observar la presencia de grupos minoritarios de raíz cristiana, así como en la formación de la Defensoría Popular de Valparaíso, que en Abril de 2013 monitoreaba el caso de dos adolescentes, Angiel y Francisco, que querían ser procesados por la ley antiterrorista. La joven Angiel era una dirigente estudiantil de los secundarios y participaba de la Infancia Misionera, Obra Pontificia.
Esta voz popular que se manifiesta en las calles no logra ser informada por el cerco comunicacional del monopolio de la prensa, privando a la opinión pública de información fundamental para comprender los fenómenos sociales regionales. Sin embargo, a pesar de ello, las manifestaciones ciudadanas se replican casi a diario en las calles de la Capital Legislativa de la República de Chile, realidad que no es ajena a los pequeños grupos cristianos activos que comprenden en estas expresiones, “Los Signos de los Tiempos”, que deben ser reflexionados a la luz del Evangelio.
Se abre de esta forma, un nuevo frente de trabajo para la Psicología Liberadora, que no puede pasar por alto el 12 de Octubre de 2013, día en que las comunidades mapuches urbanas de toda la región se dan cita para reivindicar sus demandas territoriales como pueblo nación en la Plaza de la Victoria; o la manifestación silenciosa del 15 de Febrero de 2014, en la misma Plaza al frente de la Iglesia Catedral, denunciando el Infanticidio de una Lactante en un Centro de Sename y la Sangrienta Represión de la Policía Uniformada sobre niños y niñas del pueblo mapuche.
Desde la perspectiva del pensamiento barista, las manifestaciones ciudadanas en las calles de la Ciudad de Valparaíso, son un lienzo desideologizador digno de registrar, leer e interpretar; considerando el carácter de ciudad universitaria que cobija a prestigiosas casas de estudio que podrían realizar con sus jóvenes estudiantes trabajos de campo en esta línea.



 
3.2.3 Potenciación de las Virtudes Populares
La historia contemporánea ha dejado al descubierto por lo menos en el pueblo salvadoreño, una inquebrantable solidaridad frente al sufrimiento, una gran capacidad de sacrificio y de entrega por el bien colectivo y una tremenda fe en la capacidad humana para transformar el mundo. En este sentido Baró nos recuerda que “Monseñor Romero, el asesinado arzobispo de San Salvador dijo en una oportunidad refiriéndose a las virtudes del pueblo salvadoreño: “Con este pueblo, no es difícil ser buen pastor”. ¿Cómo es posible que nosotros, psicólogos latinoamericanos, no hayamos sido capaces de descubrir todo ese rico potencial de virtudes de nuestros pueblos y que, consciente o inconscientemente, volvamos nuestros ojos a otros países y a otras culturas a la hora de definir objetivos e ideales?” (Martín Baró, I. 1998 p. 302).
En el pueblo sencillo de la región de Valparaíso, no sólo encontramos manifestaciones religiosas multitudinarias como la Peregrinación a Lo Vásquez el 8 de diciembre de cada año, sino también en pequeños grupos activos se anida la experiencia de una Iglesia Inspirada por el Concilio Vaticano II y las Conferencias del Celam con su propuesta histórico-pastoral de “Opción preferencial por los Pobres”. La celebración anual del Martirio de Monseñor Romero, que tradicionalmente se realiza en la iglesia de los Sagrados Corazones o el quehacer cotidiano en comunidades que en la espesura y densidad históricas desean vivir al estilo de Jesús de Nazaret, son manifestación de una Iglesia Viva que transita el sendero de la Liberación.
En los últimos años hemos podido beber de esa experiencia en la Comunidad San Alberto Hurtado de Montedónico, que fuera visitada por la Hermana Karoline Meyer en Noviembre de 2013, o en las ollas solidarias que preparaban las agrupaciones de padres y madres de estudiantes universitarios en medio de las tomas de los centros académicos de 2011, o en las celebraciones de la Eucaristía en el Memorial de Miguel Woodward.
La reflexión encarnada en la Historia, hace que la tradición oral del pueblo ancestral, la dominación erótica de la mujer o el yugo pedagógico de la infancia y juventud poblacionales, surja con profética denuncia y modele un proceso en que la opción religiosa perfora lo establecido y se reviste desde lo subversivo de lo popular y cotidiano.
Como psicólogos y en algunos casos también como bautizados, vamos comprendiendo el encuentro con los otros en función de la Pulsión de Alteridad que Dussel nos evidencia en su Filosofía de la Liberación y se van realizando cruces en cuanto al sistema de creencia cristiano con un registro liberacionista, confrontado en rebeldía con la religión institucionalizada desde el orden establecido. Esta mirada beligerante pone en riesgo hasta la integridad física de quienes participan de esta praxis y se puede contar sin miedo, de la solidaridad de los empobrecidos, que en la efervescencia de una manifestación callejera o en el frío de una noche aciaga, comparte desde su precariedad con la alteridad pisoteada, permitiendo sostener la esperanza de una sociedad basada en los ideales de amor y fraternidad que el acervo de la Teología de la Liberación prefigura en la construcción de un futuro próximo en la historia humana.

Finalmente, reflexionando junto al jesuita; sobre el gran desafío que le compete a la Psicología de la Liberación, si quiere ser una herramienta útil y comprometida con los pueblos latinoamericanos y si quiere profundizar en un aporte significativo a todo el conjunto de la Psicología universal, se enfatiza el hecho que “una Psicología de la Liberación requiere una liberación previa de la Psicología, y esa liberación sólo llegará de la mano de una praxis comprometida con los sufrimientos y esperanzas de los pueblos latinoamericanos” (Martín Baró, I. 1998 p. 302).


 

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[1] Conf.http://congresochiapas08.codigosur.net/Balance_propuestas_y_pronunciamiento_IXCongreso.pdf