martes, 25 de febrero de 2014

Reflexiones Sobre el Pensamiento de Gustavo Gutierrez II

2.3.2.- Tránsito desde las Teorías del Desarrollo al Concepto de Liberación.


La preocupación por mejores condiciones de subsistencia humana para la mayoría de la población de América Latina y el denominado tercer mundo, llevó en la década de los 50 a postular la tesis del Desarrollo para guiar a la población hacia las metas propuestas por los grandes centros industrializados, en la constante búsqueda por mejores condiciones de vida.



Sin embargo, los esfuerzos en esta línea, se desgastaron rápidamente en el transcurso de los 60, quedando de manifiesto que el “desarrollismo”, no cuestionaba el fondo de los problemas de las sociedades denominadas subdesarrolladas. En general, las propuestas desarrollistas, mantenían el modelo de desarrollo de los países ricos, a costa del subdesarrollo de los países mas pobres. No había en el fondo ningún cambio ni transformación substancial.

Los desgastados límites que imponía el desarrollismo, dan paso en el pensamiento de Gutierrez al concepto de Liberación. Sin embargo, esta propuesta no surge del prurito de originalidad de un autor específico. En este caso Gutierrez trata de exponer su pensamiento en función y en “comunión” con lo más espeso que la Enseñanza Social de la Iglesia contaba en ese momento.


Un año antes de Medellín, el Papa Pablo VI, nos señalaba que:

“El desarrollo de los pueblos, y muy especialmente el de aquellos que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia; que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización, una valoración más activa de sus cualidades humanas; que se orientan con decisión hacia el pleno desarrollo, es observado por la Iglesia con atención.
Apenas terminado el Concilio Vaticano II, una renovada toma de conciencia de las exigencias del mensaje evangélico obliga a la Iglesia a ponerse al servicio de los hombres para ayudarles a captar todas las dimensiones de este grave problema y convencerles de la urgencia de una acción solidaria en este cambio decisivo de la historia de la humanidad” (Pablo VI, 1967).


Esta enseñanza de Pablo VI no sólo ilumina Medellín y la obra naciente de la Teología de la Liberación, proyectada hacia el futuro desde el que hacer mismo de la praxis cristiana en Latinoamericana. Tambien es una enseñanza que se funda en lo mejor del magisterio pontificio desde Rerum Novarum de Leon XIII en adelante. Tradición proyectada hacia el futuro por la Teología de la Liberación, y que por esa misma proyección se sumerge en la incomprensión y la sospecha permanente de una civilización y una iglesia que han sido recién paridas.


La novedad de la teología de la Liberación en este sentido, radica en que “Cree” desde la Fe en el Dios de Jesucristo, que el ser humano es agente de su propio destino, no solamente con la brújula de la razón sino que también con el corazón de la fe religiosa.










Ciudad de Casablanca, 25 de Febrero de 2014.
Pascua de Tucapel Jimenez, Mártir de las luchas de los sindicalistas Chilenos.
http://www.casosvicaria.udp.cl/el-miedo-a-tucapel/
Tucapel Jimenez Alfaro. Mártyr Sindicalista Chileno



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