A Mi Detenida Desaparecida:
Y pasa el siglo y no dejo de buscarte...
En la mascarada del desamor del ego
se marchita esa piel de inocencias vivas
Toda tú,
Secuestrada y amordazada
por la liturgia del mercado
Aún te busco
Ni Ama Ni Esclava
Esperanza en vestido azul
Ojos de Mysterio
Pedazo del destino
Incrustado
por Hoguera de Pasionura
Latiendo en mí,
al unísono
al unísono
con la epidermis
el miocardio
y el límbico
en abrazo de ternuras
Renuncio al desamor de la moda
a lo que se lleva por prejuicio
o por sagrada ignorancia
a deformar la belleza
de lo que va naciendo
libre y esperanzado
Renuncio a transformar
el sagrado espacio del
encuentro con la alteridad
en otro libre mercado
en otra selva darwiniana
en otro infierno de dogmas
Me acogo a mi derecho a la soltería
A la privacidad de mi intimidad
al deseo de vivir entregado a una causa
al desgastarse sólo por el amor
basado en evidencia
Como los Albertíos que Dios nos regaló:
Iván Alberto
mi padre amado
mi padre amado
quien me enseña hoy
a ser el hombre que quiero ser
a ser el hombre que quiero ser
Aún te busco mi
Detenida Desaparecida...
Detenida Desaparecida...
Aún te busco.
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